Recursos

Con el incipiente verano cinematográfico, nos llega una oleada de grandes producciones que compiten por tener en cartelera a las estrellas del momento, las secuencias más espectaculares, los efectos más realistas, la mayor exposición en medios y todo esto gracias a los recursos de quienes realizan estas películas. Con esta fiebre de las películas veraniegas, llegan una serie de entrevistas, reportajes y detrás de cámara que generan en el espectador la curiosidad por ver la historia en pantalla, mientras nosotros aprovechamos la temporada para satisfacer -un poco, al menos- el ansia de saber cómo se hizo alguna escena, como se logra cierta toma, cuál es el proceso para algun efecto visual. Es buen tiempo de aprender, de observar, y llenarse de recursos.  
Cuando traducimos el termino “recursos" a un grupo de realizadores como nosotros, no solo nos referimos al dinero del que disponemos para llevar a cabo nuestras ideas. Nos referimos al ahínco con que abordamos tal o cual proyecto, a las soluciones prácticas a los huecos argumentales en el guión, o a las significaciones posibles al usar tal o cual color o tirar desde determinado ángulo; incluso, en el momento en que decidimos seguir adelante con una historia aún a falta de una escena, dejarla pasar y, con todo, conservar cierta coherencia en la historia que estamos contando, todo ello, son recursos.

Últimamente, en charlas con colegas realizadores, nos encontramos con una constante reticencia a comenzar a producir debido a la falta de presupuesto, que nos quedamos asombrados. Cierto es que todos necesitamos llevar un cheque a casa, y que el presupuesto es importante dada la naturaleza ambivalente del cine en tanto arte-industría. Sin embargo, una de las cosas que hacen interesante esta época es la relativa facilidad con la que uno puede sacar adelante ciertos proyectos. Tal vez no puedas rentar una cámara de alta velocidad para que esa onírica toma quede tal cual la soñaste, sin embargo, uno como realizador debe tener recursos para encontrar otra salida al bache presupuestal-argumental-visual. Al final del día, puedes tener un gran presupuesto para hacer tu película, pero si no sabes dónde poner la cámara, o en que momento cortar la toma, entonces no tienes recursos para llevar a buen puerto tu película.
Cuando estábamos inmersos en la realización de la campaña de videojuegos de la que hablábamos en la entrega anterior, debimos hacer ajustes para que nuestros dispares ideas terminaran en guiones que contaran diferentes historias, pero que estuvieran en una sola línea, que hubiera coherencia. Uno de los spots que nos permitieron dirigir tocaba el tema del futbol, uno que ya habíamos visitado anteriormente pero cuyos resultados no fueron los esperados debido a que, en aquellos días, nuestros recursos eran mucho más limitados. De nuevo ante el balón, nos dimos la oportunidad de jugar con las constantes que ya habíamos establecido -camara fija, toma subjetiva- y desarrollar con estas condiciones la breve historia que teníamos enfrente: Un hombre habla de futbol con nuestro protagonista, pero el tono burlón nos lleva a que, en algún momento, queramos queramos terminar con el ánimo de nuestro molesto interlocutor, darle con un balón y dejarnos llevar por la euforia del juego. Después de algunas horas de intentarlo, decidimos echar mano de los recurso disponibles -un pequeño ejercito de animadores en post producción- para suplir nuestro balón por uno digital, y asestar el virtual golpe que nuestro guión demandaba. Si, hasta hace poco hablabamos de olvidarnos del CGI, pero esta ocasión lo ameritaba: Nuestra luz cambiaba rapidamente y simplemente no nos convencia el golpe del balón. Así que, nuevamente nos dimos oportunidad, replanteamos las acciones y tiramos la escena sin un balón. ¿Cómo nos fue al final? Aquí pueden ver el spot:






Fue un honor ser oarte de esta campaña, agradecemos a Miguel Hoffman y a Gus Flores por la oportunidad de formar filas en Halpro, a Andrés Mura por soportar nuestros balonazos durante tanto tiempo, a Unum Zuñiga por todo lo que nos enseño, y al Ferio Terán por la enorme disposición.

Estabamos aprendiendo mucho, pronto llegarían nuevas oportunidades y otras historias, pero de ellas hablaremos en nuestras próximas entregas...

Hasta entonces.


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