Desde el ánsia de noche

La historia de El nahual que nos mostró Rodolfo Coronado era la de un elegido, un muchacho estudiante de antropología que, de alguna forma, se encontraba con su Nahual, y aprendía a usarlo mientras impartía justicia en las caóticas noches del Distrito Federal. En esos días -corría el año de ...- le sugerimos a Rodolfo visitar el género del terror, del suspenso. Cambiar diametralmente el desarrollo de su historia pues, nos parecía, el argumento del héroe elegido por el destino no terminaba de cuajar dentro de la naturaleza del nahual. Nosotros proponíamos desarrollar una historia oída en el viejo programa de radio "La Mano Peluda" Una noche, de esas largas en que estás en vela buscando terminar el trabajo pendiente, nos topamos con la voz de una persona que contaba cómo él y un amigo, se habían perdido el último camión de regreso a casa, y la circunstancia los obligó a caminar de regreso, pues era muy entrada la noche y el paradero de el camión no era muy seguro. Estaban en una de esas orillas del valle que circundan el estado de México, sin nada más que el camino, las pocas señales, y rodeados de milpas. Andando, encontraron una casa con las luces encendidas, estaban cansados y el camino parecía no tener fin. Llamaron a la puerta buscando albergue, y, quien los recibió, les ofreció un lugar donde quedarse con la advertencia de que era mejor ignorar todo lo que escucharan.
Lo que se contó después estimuló sobremanera nuestra imaginación: nos echamos un clavado en las historias de nahuales de dominio popular, en los libros de Carlos Castañeda, incluso los nahuales de Edgar Clement enriquecían ese guión que comenzaba a gestarse en nuestras cabezas. Teníamos un par de líneas a seguir: que nuestro personaje tuviera cierto contacto con el nahualismo o que se contrara más cercano a la posesión demoniaca. Lo segundo nos parecía más atractivo que el estatus de elegido, así que seguímos por esa dirección. Nos híbamos a visitar al camarada Gabriel García, gurú internacional del cuento de terror y por tanto, entendido en temas de monstruos, apariciones, memes y otros espíritus chocarreros. Hablabamos largamente sobre nuestro nahual, sobre dónde se movería, cuáles eran sus circunstancias. Gabriel se encargó de diseñar un disfráz a base de cartón, alambre, peltre y viejas zapatillas de plataforma que, en verdad, era muy incómoda de ver. Ya nos quemaban las habas el lanzarnos a grabar este trailer. Llamamos de nuevo a Javier Cuevas, quien volvió a acceder a colborar con nosotros, nos fuímos una mañana a grabar con nuestra vieja Hi-8 a las vías cerca de Tonanitla, Estado de México.
Y conseguímos buenas tomas.
Pero nuestras ánsias de efectos especiales nos llevaron -de nuevo- a la mesa de edición a trabajar de más con nuestra imagen. Grabamos de día por que no teníamos presupuesto para rentar luces y/o planta, y, necios con la idea de que nuestra historia fuera nocturna, nos avocamos a darle una apariencia oscura a nuestro pietaje, razón por la cuál la post producción se alargó mucho, mucho más de lo necesario, incluso el diseño del título es demasiado elaborado cuando la solución gráfica pudo ser más sencilla y eficiente.

Les dejamos algunas imágenes de "Las sombras sobre San Cristóbal" título con el cuál lanzamos nuestro trailer a aquel concurso.








  

   

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