La realidad frente a la cámara

Material Onírico

La realidad, diario bombardeo de sonidos e imágenes, no esta delimitada por aquello que nuestro cerebro interpreta, en buena medida, sobre la base de nuestra formación personal –la educación es muy limitada y limitante en el setido de persepción del que ahora escribo- La realidad es tan vasta que no nos alcanza la pretensión para abarcarla toda, sin embargo, es dable compartir esa construcción individual para enriquecer el marco general de cada uno de nosotros. Consideremos el hipotético caso de un cientifico, un hombre religioso, y un mexicano de izquierda que viajan en el mismo gabinete de un tren, y durante su camino, un rayo de fulgor rojo ilumina el paisaje. El cientifico atañe dicho color a la descomposición de la luz durante el fenómeno, el religioso piensa que es una manifestación de dios, y el mexicano, sumido en la sana costumbre nacional de dormirse durante el viaje, cree que ambos maquinan un complot en contra de su salud mental al oirlos cambiar impresiones, pues no vió nada de lo que discuten y solo esta seguro de que va a llover por la forma como truena el cielo.
Hablar de la realidad es entrar en una polémica muy parecida, ninguno de los protagonistas esta equivocado en cuanto a lo que vió –o no vió, según sea el caso- solo tienen una percepción muy distinta de los hechos, y definida por su sensibilidad, cultura individual, y en ocasiones, hasta de la circunstancia.
La realidad tiene, así, miles de acepciones, no solo es eso que existe, que es palpable y/o definitorio. Se aleja de toda imposición social para ser, ante todo, puerta experiencial de cada ser, potencia espiritual y armonia de conocimiento, cosa distinta para cada uno, ya se a dicho.
Ahora, una vez que abrimos la puerta y damos paso a otras perspectivas del mundo, nos encontramos con un abanico interminable, y de él tomo uno que siempre ha llamado mi atención de especial manera: los sueños. ¿Son estos una parte definitoria de la realidad o es nuestra percepción de realidad la que define nuestros sueños? No tengo respuesta aún, y más difícil aún por que nunca puedo recordar que sueño, apenas retazos de los mismos, y en ocasiones solo la sensación que producen. Candy Powder esta basado en un partiuclar retazo de sueño, imagen tan peculiar que no lo olvidé al despertar, lo que es más, me apure a contarselo a mi esposa antes de olvidar aquellas imágenes en la niebla de la memoria y los deberes pendientes.



Las asociaciones son gratuitas, incluso un poco vulgares, pero nos divertimos mucho mientras lo planeamos y más cuando lo llevamos a cabo. La canción de fondo siempre estuvo presente, como que estaba de fondo mientras dormia cuando se gesto este sueño del que les escribo. Más tarde, mientras lo editaba, ponia la canción una y otra vez, y mi esposa, a un par de semanas de dar a luz, me acompañaba. Cuando nació nuestra hija, Silvana, y puse el corto en el reproductor, ella volteó al lugar de donde salía la música, como si la recordara de algún lugar.
Parte de su particular percepción del mundo.
Y ahora, parte del mío.

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