Sobre la marcha –las eternas variantes-

Creo que el realizador, cuando pone punto y aparte a aquello que tiene entre manos, llámese obra o cierto dominio sobre algún tema, siempre que eso pasa llegan las variantes a atormentar las noches, los escritos, y los discursos que el creador arma para salir a enfrentarse a si mismo a la hora de exponer, explicar, y explotar los por que de cada decisión tomada; este escrito es signo ejemplo de ello. Cuando uno decide que quiere hablar del mundo mediante imágenes, no solo debe tener un fuerte compromiso para consigo mismo, sino que no debe dejar de lado el mundo que lo a gestado pues, al final de cuentas, no hace otra cosa si no hablar de él, las variantes son muy otra cosa, y esperemos que tema para una futura ocasión –ya saben, el futuro es aquel lugar que habitaremos… algún día.
El mundo, con todos estos años de historia oral y escrita, se subleva a si mismo y lleva al hombre a alcanzar la modernidad, hijo pródigo que la supera en un absurdo que en la actualidad podríamos llamar Post-post-modernidad, de límites desdibujados mediante el IP y salpicado por aquí y allá de temas ya visibles hace veinte años. Y desde entonces, como lo recuerdo, el tema primordial, primario, básico, de alcances protocolarios y que, sin lugar a dudas, hermana facciones contrarias y une a naciones enteras dentro de su sino, es el fútbol, y tal es su fuerza que a sido llevado a la página y la pantalla numerosas veces. Y por tanto, corriendo el año del mundial y rodeado de campos de verdaderas batallas, no puede uno si no tomar la oportunidad y lanzarse a la realización –completamente aventurada y sin falta de ahínco- de un corto cuyo tema central girase en torno a un partido de fútbol.
Y ante la perspectiva, la duda: ¿Cómo se transmite la emoción del juego en la cámara? Poniendo en pantalla una situación limítrofe respecto al juego mismo, pero sin un contexto, tal situación estaría vacía, sin vida, y sería una verdadera perdida de tiempo esforzarse en realizar algo como eso. Pero el gusanito insiste, las ganas no se quitan, y los primeros borradores están llenos de ideas sin cohesión, es menester buscar en los recovecos de la memoria –los referentes de nuevo- ahí siempre están los temas aunque no siempre la manera de hacerlo realizable; más cuando los tiempos de entrega están encima y la emoción irriga nuestras venas. Es entonces cuando el adolescente que fuimos –nosotros, nuevos adultos que en estos días, meses, y/o años, llegamos o alcanzamos los treinta años- salta a reclamar su importancia, y recordarnos lo caliente que éramos y las circunstancias en las que vivíamos: sobrevivientes del error de diciembre y los cambios en las televisoras cumbre del país, fuimos testigos de la entrada masiva del anime a nuestras casas, pleno de peleas con poderes obscenos y batallas de otro rubro: las deportivas; protagonizadas por adolescentes de peinados imposibles liderados por el famoso Capitán Tsubasa, conocido en estos rumbos como Oliver –ni idea de cómo se escriba su apellido- en una serie que en realidad era una súper mamada, pero que nos mantenía pegados al televisor durante la media hora que duraba el capítulo, quizá por su misma e insufrible naturaleza. Lo pensamos un poco y nos propusimos hacer un homenaje, con este corto, a los adolescentes que fuimos…




y tal como aquellos muchachos noventeros, este trabajo fue incomprendido y mal recibido, generalmente por todos aquellos que no conocieron nuestro púber contexto. Pero aquí esta, como otra voz que nos indica el camino a seguir para encontrar el próximo punto y aparte en esta larga curva del aprendizaje cinematoGráfico.

Comments

Anonymous said…
es extraño que este corto fuera mal recibido dado que si lo que abunda en el país son futboleros. Así las cosas ...
Efe said…
Si, así las cosas
Oniwanko said…
oye, pero... el mail estaba bien y todo.. hasta que entró aquí y veo lo mismo de hace meses atrás.
creí que había algo de lo que sé que existe pero no quieres poner...
¿porqué has hecho más cortos, no?
Efe said…
...
Ciertamente, otra parte de el haber mandado tan larga cadena es una fomra de obligarme a escribir más acerca de este hacer... pronto Oniwako, pronto.
Gracias por conterte entre los incondicionales del grupo imperdonable...
Anonymous said…
Saludos Fer! Ya no tengo mi pagina Blogspot (acabe con ella) asi que mi comentario tampoco es tan anonimo, je :-)

Creo que tu corto es muy significativo y por supuesto lleva ese tino del recuerdo y la emocion del momento en el que solo se ansia gritar: Goooool! Ya hace años fui con mi padre a ver un partido al Azteca y la vibracion que se genera alrededor en verdad me contagio.

La contraparte es que fuera de ese momento (y tambien a causa de mi padre) llegue a odiar con ahinco las emisiones futboleras de fin de semana.

Asi que mas bien mi relacion con el futbol es de amor-odio o algo asi... hum... tendria que explicarme mejor

Y cuando pones otro de los cortos que estan haciendo? Por aqui andare

Laura Ortega
Efe said…
Hola.
Gracias por venir, del futbol y sus adeptosy quienes no lo son ya nos encargaremos despues, por ahora queda patente la promesa de actualizar este sitio con mucha mayor frecuencia.
Esperemos que las circunstancias, que la particular perspectiva detras de cámaras, no nos haga caer en lo contrario.
pronto, bien pronto. Gracias otra vez.